POLÍTICA
31 de julio de 2025
Seis gobernadores lanzan un frente federal que desafía a Milei y al peronismo

Los mandatarios de Córdoba, Chubut, Jujuy, Corrientes, Santa Fe y Santa Cruz conformaron una alianza electoral que apunta a romper la polarización nacional. Aunque fueron aliados del oficialismo, el ajuste fiscal y las tensiones políticas detonaron el quiebre.
Un nuevo frente político se gesta en el país de cara a octubre. Los gobernadores de seis provincias —Córdoba, Chubut, Jujuy, Corrientes, Santa Fe y Santa Cruz— dieron el primer paso hacia la construcción de una alternativa electoral que busca posicionarse por fuera de la grieta entre el gobierno de Javier Milei y el peronismo.
El encuentro, realizado en la Casa de Chubut en la Ciudad de Buenos Aires, fue presentado como un “grito federal”, una consigna que resume el malestar de los mandatarios provinciales ante el ajuste impulsado por el Ejecutivo nacional y las maniobras políticas de la Casa Rosada en sus territorios.
La iniciativa tiene un fuerte componente simbólico y práctico. Por un lado, marca el divorcio político con la administración libertaria, con la que hasta hace poco compartían afinidad en el Congreso. Por otro, plantea un nuevo espacio con proyección nacional, aunque aún sin nombre definido ni estructura cerrada. El plan inmediato: conformar un interbloque en el Congreso y disputar poder territorial en octubre.
Ruptura tras el ajuste
La tensión venía creciendo, pero el voto en el Senado a favor de una nueva fórmula de movilidad jubilatoria fue el punto de inflexión. Allí, senadores alineados con estos gobernadores desoyeron al oficialismo, dejando en evidencia la fractura. Detrás de esa decisión hay una acumulación de reproches: el recorte de fondos, la paralización de obras públicas y la eliminación de horas extras son medidas que dañaron la imagen de los mandatarios ante sus votantes.
“El ajuste lo hace Nación, pero el costo lo pagamos en las provincias”, fue el mensaje unánime que sobrevoló la cumbre.
Reconfiguración política
La foto de unidad, con gobernadores de signos políticos diversos, muestra el nivel de disconformidad con la gestión Milei. No se trata solo de diferencias ideológicas, sino de una reacción ante lo que consideran un destrato político. En varias provincias, operadores del gobierno nacional —como Karina Milei y Lule Menem— impulsaron candidaturas libertarias que desafiaron directamente a los oficialismos locales.
El caso de Corrientes fue emblemático: tras el respaldo de Lule Menem al candidato Lisandro Almirón, en oposición al gobernador Gustavo Valdés, los legisladores de esa provincia votaron en contra del gobierno nacional.
El rol de Córdoba y las internas futuras
La arquitectura del nuevo frente fue impulsada principalmente por el cordobés Martín Llaryora y por el exgobernador Juan Schiaretti, quien ya proyecta su regreso a la escena nacional como candidato a diputado. Aun así, dentro del grupo hay cautela: varios de los gobernadores no quieren quedar asociados exclusivamente al armado cordobés, donde también figura Facundo Manes, un potencial presidenciable 2027.
Para amortiguar ese impacto, el anfitrión Nacho Torres (Chubut) se encargó de ampliar la base de sustentación, sumando al santacruceño Claudio Vidal y al radical correntino Valdés. Además, ya se trabaja en acuerdos en Buenos Aires con los Passaglia y en la Ciudad de Buenos Aires con sectores cercanos a Graciela Ocaña y el radicalismo porteño.
Gobernadores que dudan y los que se alejan
El sanjuanino Marcelo Orrego sigue jugando en solitario. Aunque coqueteó con los libertarios, sondeos internos lo convencieron de que puede sostenerse sin alianzas formales. El entrerriano Rogelio Frigerio, en tanto, mantiene negociaciones avanzadas con el oficialismo y no participó del encuentro, aunque desde el nuevo espacio aseguran que “no está descartado” que se sume en el futuro.
Un nuevo mapa electoral en gestación
Con el peronismo como oposición en la mayoría de sus provincias, esta nueva alianza representa una amenaza directa para el oficialismo libertario, que podría perder fuerza electoral en distritos clave.
Aunque por el momento no hay un sello común ni candidaturas definidas, el lanzamiento del frente federal reordena el tablero político nacional y anticipa un escenario fragmentado en las elecciones de octubre. En un país acostumbrado a las polarizaciones, los gobernadores apuestan a un camino intermedio que, por ahora, solo tiene una certeza: el descontento con la Casa Rosada.